¿Cómo será la Cirugía Plástica en Medio Oriente?

Mi mente siempre está mucho más adelante que mi corazón y en esta ocasión, me permitió llegar a un lugar enigmático.

Mi mente siempre está mucho más adelante que mi corazón y en esta ocasión, me permitió llegar a un lugar enigmático. Impulsado por una plática, luego convertida en amistad, conocí a una cirujana Plástica de Kirguizistán durante el Encuentro Anual de la ASAPS 2014. Decidí enviar mi Curriculum Vitae, realizar trámites, solicitar permisos y planear los gastos pertinentes para llegar a ese lugar donde ella había realizado su entrenamiento de esta artística subespecialidad. Y así, con mochila al hombro, 1 cámara fotográfica -además de mis ojos y el resto de mis sentidos sedientos de poder saciarse de esa sabiduría ancestral-, nos dirigimos al maravilloso país de Turquía, cuyo nombre significa fortaleza.

Situado entre 3 mares (Negro, Egeo y Mediterráneo), y colindando con Georgia, Armenia, Irán, Azerbaiyán, Bulgaria, algunas Islas Griegas, Siria e Irak, nos recibe la capital. No, no es Estambúl, se llama Ankara, y cuenta con un aproximado de 5 millones de habitantes; la religión predominante es el Islam, y si quisieran ubicarse caminando por las calles de esa ciudad, es como estar por el distrito financiero y comercial de la ciudad de Guadalajara, con sus áreas de alternancia y pobreza que lo hacían realmente parecer México.

Debo de reconocer que siempre he tenido una especial fijación por la estética de la Nariz, motivo por el cual, lo primero que me maravilló al llegar a Turquía fue el tamaño de las narices turcas y las diferentes formas y siluetas. No podía creer lo que estaba viendo, eran esas narices peculiares, de gibas ultra prominentes, desviaciones septales evidentes, puntas ptósicas, columelas colgantes y amplias fosas nasales, ¿Cómo le harán aquí para operar tan peculiares narices?

Así, inicié mi rotación en el Departamento de Cirugía Plástica del Hospital Universitario Gazi. Fundado en 1926, actualmente cuenta con 5 profesores adscritos y 11 residentes a cargo del servicio; existe un flujo de aproximadamente 6,298 procedimientos quirúrgicos al año, de los cuales, se realizan un promedio de 40% reconstructivo y 60% estético, siendo este, un hospital de gobierno que permite a los pacientes -por un cargo extra-, ser atendidos específicamente por alguno de los adscritos y si el paciente decidiera que fueran los residentes quienes le operaran, el costo es menor que aquel en el cual participa activamente el responsable del grupo, permitiendo a los pacientes seguir a su cirujano predilecto y además, tener un clima laboral bastante agradable.

Vale la pena mencionar que una nueva ley en Turquía ha estado modificando las áreas y los derechos de trabajo, prohibiendo actualmente a los colegas trabajar en lo público y en lo privado de manera libre, debe uno de escoger. Si optas por lo público, pueden recompensarte con bonos por cada uno de los pacientes que decida y exprese sus deseos de ser tratado por ti, con lo cual, se estimula al equipo a mantener un trato cordial, y un seguimiento amablemente apegado. La otra opción es que si decides emprender también en la práctica privada, estarás consciente y de acuerdo en que tu nómina vendrá con unos cuantos números menos, y que el gobierno estará vigilando tu desempeño en ambos escenarios.

Los residentes se seleccionan a través de un examen nacional, el mayor puntaje irá seleccionando su especialidad afín, en el proceso estos hacen un recorrido y conocen los diferentes hospitales. Entonces los residentes deciden cual es el nosocomio al cual entregarán su vida; no es el hospital ni las autoridades los que los asignan, ya que mencionan que, hace unos 10 años, esto representaba un caos pues se enfrentaban a un proceso de selección nada transparente.

Hemos estado platicando sobre las condiciones de trabajo para los residentes y al parecer, todo ha sido cambiante en estos últimos años. Mencionan que después de manifestarse, haber hecho escritos y expuesto a la sociedad dichas condiciones: guardias eternas no justificadas, salarios miserables y nulas prestaciones, poco a poco han ido notando cambios.

Al día de hoy, ya hay hospitales que han modificado sus roles de guardia y se comienza a vivir un ambiente de trabajo diferente; sus ‘becas/salarios’ son equivalentes a $37,000 pesos mexicanos mensuales y créanme, los costos de vivienda, vestido y sustento, son inclusive menores que en nuestro país. Algunos adjudican esto al trabajo y la lucha constante de los residentes para no ser pisoteados por el sistema, otros, mencionan que ha sido el hecho de que la esposa de uno de los altos mandos políticos es ginecóloga y se ha dedicado a dignificar a la profesión.

Al término de la carrera de medicina o de sus 5 años de especialidad, deben rendir 1.5 años de servicio social en el este del país, ya que es la zona menos desarrollada y con más limitantes en el acceso a los servicios de salud. Cada uno es libre de elegir el momento en el cual lo llevará a cabo; la gran mayoría espera a concluir Cirugía Plástica, pues de esta manera, los trabajos que realice serán únicamente relacionados con la plástica. Sólo los salva de irse a algún lugar alejado, si comprueban que su pareja tiene un trabajo estable en alguna otra ciudad o algún problema de salud, por lo que no extrañaría que anduvieran buscando casarse antes de concluir el adiestramiento….ahhh, y un pequeño detalle, el pago durante esos años de servicio es igual o mayor que durante el entrenamiento.

Se abre una plática sobre cómo se ha ido modificando todo en el sistema de salud, les he comentado la situación por la que estamos pasando en México, nuestra “escasez” de medicamentos, materiales y demás consumibles. Noto en mis palabras como esto se ha convertido en una terapia de desahogo con ellos, y luego de explicarme a detalle las modificaciones, los pros y los contras del actual sistema, y dejando el bisturí sobre la mesa, mirándome a los ojos, esbozando una sonrisa bajo el cubreboca, escucho esas palabras que había estado queriendo escuchar durante muuuuuuuucho tiempo:

“Sabes algo, hace 10 años estábamos ¡exactamente igual que en México!, se han ido haciendo cambios poco a poco, no todos están contentos, pero hoy, ¡esta es nuestra realidad!…”

Dividido en 2 grupos, con días alternados en quirófano; 2 de las 30 salas existentes son exclusivas para el arte y ciencia; se realizan aproximadamente 14 cirugías diarias, hay 1 quirófano ambulatorio y un piso recién renovado con 30 camas en donde sólo 4 habitaciones comparten la experiencia con otro paciente.

Los últimos números estadísticos del 2013 señalan que los procedimientos más realizados fueron:
484 rinoplastías estéticas, 294 reducciones mamarias, 208 procedimientos de liposucción combinada, 187 blefaroplastías; y en lo reconstructivo: 283 reparaciones tendinosas, 74 reconstrucciones mamarias con o sin colgajos libres, 64 cirugías de corrección de ginecomastia, 34 cirugías de labio y paladar hendido, así como 26 cirugías maxilofaciales.

En verdad nunca imaginé que debajo de esas túnicas holgadas, las mujeres musulmanas ocultaran tremendos senos ptósicos, que considero es uno de sus procedimientos con resultados armoniosamente simétricos.

También nos echamos un clavado a conocer el ámbito y la dinámica de la práctica privada, observamos las instalaciones, los consultorios y los quirófanos de los más lujosos hospitales en Turquía. No puedo negar que aunque he estado en unos cuantos, hubo uno en el que pensé que ya habíamos llegado a la época de los supersónicos, era un hospital cuyos diseños estaban basados en las estructuras celulares y éstas curvas daban movimiento para conformar el mobiliario, todo está excelentemente automatizado, hay obras de arte moderno alrededor, y uno que otro auxiliar de traslado que hacen gala a su chaleco y corbata.

Y así pasaron los días, entre tazas de café turco en sesiones bibliográficas, los almuerzos de tres tiempos en la cafetería de manteles largos exclusiva para el personal médico, aprendiendo a pedir los instrumentos imprimiéndole ese acento turco (buscaba ser uno de ellos); y cuando menos lo había imaginado, ya me encontraba realizando las cirugías y compartiendo nuestras muy particulares formas de suturar, los detalles de cuidados postoperatorios, ese punto que para ti marca la diferencia, o aquel trazo o incisión que consideras vital. Espera… ¡están utilizando las sanguijuelas que tanto había estado admirando en el mercado la semana pasada!, una reimplantación auricular microvascular necesita de su ayuda, las puedes ver caer una vez que se sacian, ha llegado el momento de cambiarlas, ya había estado intentando aplicarlas en México y todos me decían que estaba loco, que necesitaba pedirlas a cierto laboratorio de Estados Unidos, cuando allá estas vampiras cuestan sólo 2 liras (12 pesos), y las consiguen “a la vuelta de la esquina”, doble esquema antibiótico y listooo…al menos ¡a ellos les funciona!

Una grata sorpresa: el jefe del departamento me ha invitado a su casa para conocer a su familia, he decido prepararles algo mexicano, encontré casi todo, estamos todos reunidos en la cocina, su esposa es una auténtica madre y cantante, escuchamos su nuevo disco mientras me ayudan a picar finamente la cebolla que irá en el pico de gallo. La cena ha quedado suculenta, unas deliciosas quesadillas con puntas de filete (con queso), y una exquisita salsa tatemada; ese intercambio de platillos turco-mexicanos que sin problema se ajustan a ambos paladares. La plática se fue extendiendo, ya había aceptado la habitación que habían preparado para ‘La Visita’; ¡no podía creerlo! no era un simple rotante, estaban felices de tenerme entre ellos. De pronto, el jefe menciona: “eres el primer mexicano que nos visita, y no puedo ver la hora en que nuestros residentes estén del otro lado del mundo, compartiendo, estamos muy felices de tenerte entre nosotros, gracias.”

Han transcurrido 30 maravillosos, inimaginables, sorprendentes y mágicos días. Llegó el momento de despedirme, última sesión, están preparando los trabajos para el Congreso Nacional de la próxima semana; todos los profesores escuchan atentamente lo que se considera el primero de 3 ensayos en la presentación del trabajo, aportan detalles técnicos, sugieren cambios, les muestran cómo hablar en público, con qué preguntas pudieran bombardearles y de pronto escucho: “Rodrigo, ¿qué opinas al respecto?”
Concluyendo la sesión, el Jefe de mayor experiencia en el servicio me llama a su oficina y me entrega a nombre del Departamento, una reproducción de lo que fueran los manuscritos del Médico del Sultán; “es el libro más antiguo que se conoce en estas tierras, con ilustraciones que describen a detalle los procedimientos quirúrgicos realizados en esta época. Este es el libro del que te platicábamos, describe que ya utilizaban una especie de cauterio para las blefaroplastías, en plenos años 1,400”. Esto para mí, es un tesoro que con gusto compartiré con todo aquel que le interesen este tipo de joyas.

Termino de despedirme de la última enfermera, la que me ha enseñado que la mejor manera de cerrar un ciclo con tus pacientes de reconstrucción mamaria, es cuando por fin puedes tatuar tú mismo el complejo areola pezón.

Se han organizado para lo que denominaría yo ‘La última cena’ ¡pero sin Judas!… los maestros nos acompañan, ya llegan las últimas meze (tapas) que habré de extrañar, y me despiden con un sincero choque de cristales y las palabras: “¡larga vida y salud!”. Ya hemos acordado seguir en contacto, e inclusive, han surgido un par de proyectos que habremos de desarrollar en conjunto.

Entonces hago un resumen en mi mente, lo plasmo en estas líneas y me repito: no tengo palabras para agradecer a quienes me han apoyado, por todo lo que he recibido… pero lo que sí les aseguro, ¡es que no habrá mesura para regresar de corazón todo lo que me han enseñado!

Todo está cambiando, lo sé. ¡Si lo crees, lo creas!

¡GRACIAS TURQUÍA!… ¡TE AMO MÉXICO!